Mentiras y gordas

- ¡He tenido una grandísima idea para la película que el otro día hablamos de rodar!

- ¿Cuál?

- Vamos a escribir un guión digno de elogio, con giros argumentales que dejen traspuesto al espectador. Vamos a coger grandes actores, aunque no sean caras conocidas, para que hagan el papel de sus vidas. Si a todo esto le sumamos un buen montaje y buena fotografía, dejaremos huella en el cine español.

- Ninguna productora va a querer comprarnos una idea así... seguro que es un fracaso en taquilla. No lo veo, tío, no lo veo.

- Vaya…

- Pero escucha, tengo una idea mejor: vamos a coger los actores adolescentes de un par de series de Antena 3 y Telecinco. Haremos un trailer que deje ver que las tías se van a desnudar para que vayan tíos al cine, y que los tíos buenos de las series también van a enseñar carne para que vayan tías la cine. Vamos a mezclar alcohol, sexo y drogas para que mole mogollón. Eso fijo que nos da mucha pasta. Y para que no se nos echen encima las madres, que la moraleja final sea que las drogas y el alcohol son malos.

- Vale, ¿quién se encarga del guión?

- ¿Guión? ¿Qué guión?

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Así de simples somos los seres humanos... y ya no nos menciono a nosotros, los españoles, porque a lo mejor más de uno salta bramando con su peculiar bravuconería estúpida desmintiendo mis afirmaciones sin reflexión ni argumento alguno o con alguna gilipollez típica del clásico carota irracional agorilado.

Jej. Lo siento, estoy de resaca. Bueno, en realidad no lo siento, pero sí es verdad que estoy de resaca...

Saludos, si algunos aún los aceptan... pero quien se pica...